Bicho raro, diferente, sin religión, sin dogmas, sin dioses, sin ídolos, contradiciendo todo lo que es estructurado o impuesto; pero a su vez, se queja del que no acepta reglas, del vago, del que no cumple con lo que la vida muestra como ley.
Critica al ignorante... pero lo envidia. No sabe que está adelantado a la epoca; cree en realidad que está aislado o solitario en sus pensamientos. No comunica todas sus visiones, tampoco le da culpa ser el raro de un grupo. No encaja nunca en la contemporaneidad. Pero tampoco se anima a innovar.
Así aplasta sus visiones y se somete a la rutina del trabajo que le demuestre que en algo participa diariamente. Pero no puede dejar de ver el todo de todo. Apuesta a los negocios, a la plata concreta, a la estrategia básica de ganarle al necesitado de nuevas ideas. Y aunque inventa un futuro nuevo, solo, siempre necesita de un socio o compañero para no lidiar con ningun liderazgo. Si pudiera reconocer la libertad que propone su vacío, no se sentiría tan solo.