El patron de la imagen de un acuario varon

Dos años de novio. Con una rutina armada: del trabajo independiente, con destellos de progreso, a su casa con su mujer sin trabajo.
Así durante dos años, hasta que un día, una discusion causó separación. Esto lo afectó en el animo hacia su trabajo. No le ponia ganas ni voluntad. No la aguantaba más a su novia, pero su status afectivo comercial se diluía. ¿qué hacer entonces?: Reemplazar la falta y volver al mismo casillero. Conoció entonces compulsivamente, por culpa de su programa energético a una mujer igual que su novia. Apuró meses de flirteo en una sola noche para completar la falta.
Casi se enamora, pero su ex mujer, volvio arrodillada en busca de la carisima generosidad en paquete que ofrecía el acuariano.
Entonces el se sintio aliviado y volvio con todo a su trabajo y a su rutina.
Pero a pesar de recuperar su estructurada imagen de hombre con novia y progreso laboral independiente, de ideas innovadoras y progresistas, se ocupaba una vez por semana de contactar a aquella mujer que conoció flirteando.
Todas las semanas, la llamaba y la valoraba como mujer mejorada de la que tenía al lado.
Pero prefería sostener su estructurado programa machista de ser el hombre que mantiene, a conocer una relacion en la que ambos serían protagonistas.
La amante, por suerte, cortó sus fantasías y lo dejo a él, a la deriva de sus carencias. Ella nunca más le habló. Y él siguió buscandola. Y aunque no era por amor ni enamoramiento, la buscaba por la culpa que sentía de no animarse a romper su propio molde, a pesar de ser un visionario.