LIBRA
El hombre se torna un Yo a través del Tú. Aquello que lo confronta y desaparece, los fenomenos de la relacion se condensan o se disipan. En esta alternación la conciencia del compañero que no cambia, del Yo, se hace más clara y cada vez más fuerte. Seguramente ella aparece aún comprometida en la trama de a relación con el Tú; es la conciencia gradual de lo que tiende hacia el Tu sin ser el Tú. Pero se afirma con una fuerza creciente hasta que el lazo se rompe y el yo se encuenta, como en el espacio de un relámpago, en presencia de sí mismo, como si se tratara de un Tú extraño; pero pronto retoma posesión de sí y desde entonces se ofrece concientemente a la relación.