La madre cree que el hijo es el agresivo; el hijo cree que la madre es la mandona.
No es ni una ni otra cosa.
Hace muchos años una imagen quedó en la retina del chico:.....un cuchillo en la mano de la madre y sus bestiales gritos demandando y dirigiendo la violencia.
La madre en cambio recuerda al hijo pateando al gato en la cocina brutalmente porque lo arañó jugando.
El chico recuerda el cuchillo y la amenaza.
La madre recuerda solo defender al gato.
Pero poco se recuerda que en la cocina... la madre cortaba carne cocinando su plato tipico..., el mas rico para su hijo, llena de obligaciones y demandas y con un gato que ella misma le había regalado... para que cuando el niño estuviera solo pudiera estar acompañado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario