Y empezó a llegar la gente a su convocatoria. Una vez más lograba que se llene de personas por su propia presencia....por ser él quien convocaba. Podría contar cien personas recorriendo su casa grande. Tomó el micrófono, se centró en un lugar y agradeció a todos la visita e invitó a pasar a comer unos bocaditos salados a otro sector del lugar. El hombre fue aplaudido, la cita había sido un éxito y los comentarios eran excelentes. La comodidad que sintió fue barbara.....contento y satisfecho pasó el tiempo que duró el encuentro hablando y haciendo presencia con todos los grupos y mostrando sus años de trabajo. En un momento fue a ver a la empleada quien cobraba la comida y la bebida y le comentó que necesitaba plata y no fama. Que fama siempre tuvo, que lo conozcan no le alcanza. Su trabajo necesita reconocimiento económico . Quien cobraba dijo -pero esto no tiene precio....tener tanto público a tu disposición. En mi caso mi público alcanza con que sea mi familia.....- Bueno- contestó el hombre- yo familia no tengo....tuve.....no fue un nido justamente que quiera volver....y creo que con este público y así me entretengo.
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