A trabajar!
....así es el ímpetu cuando se consigue al fin un trabajo......y se es tan eficiente.
....así es el ímpetu cuando se consigue al fin un trabajo......y se es tan eficiente.
El problema surge cuando no se trabaja con otra gente eficiente también. Porque cuando estamos ante la ineficiencia de alguien.......la queja surge porque está a la vista el poco compromiso ........la falta de esfuerzo.........no sirve así.
Y si además agregamos al trabajo la relación de dependencia se torna un tanto hostil la presencia de un jefe que no presta atención a la eficiencia de uno. Por lo que eso mismo reduce las expectativas en uno y la responsabilidad se niega a manifestarse cual autocastigo y comienzan una serie de hechos negativos, llegadas tarde, baja de energía, menosprecio, crítica tanto hacia los demás como hacia uno mismo. Y se piensa en por qué no es lo mismo con otros empleados que no tienen tanta capacidad, que llegan tarde, que no responden a lo que fue pautado, que tienen limitaciones en la cultura, falta de conocimientos pero igual reciben un salario similar o mayor según la jerarquía injustamente.
Y luego nuevamente los momentos de compulsión...... siendo muy eficiente............con una autoexigencia y un sentido del deber rozando al mandón, seudo autoridad y castigador.
Y .....al llegar a casa........un desorden diario como callo, ya piedra, una desestructura.
Habitación desprolija, sucia, descuidada.
y al otro día hay que trabajar!.....y el desorden continúa.......sigue la negación de su propia disciplina.........hasta que al fin...... una autoridad lo castiga........la culpa de quién es?..........
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