(Específicamente tránsito de la Luna opuesta a Jupiter y no al revés)
De repetir lo mismo como rutina cada día, ahora estaba de buen humor. Levitando de los problemas, salió a pasaear a su mascota y caminó buscando una buena visión para contemplar sentado, hasta que llegó a una lomita y miró el horizonte con satisfacción, mientras su perro corría por el pasto. Y allí, apoyando sus manos en el suelo, con su cuello hacia atrás, sus ojos mirando el cielo, respiró hondo y relajó su cuerpo.
De repetir lo mismo como rutina cada día, ahora estaba de buen humor. Levitando de los problemas, salió a pasaear a su mascota y caminó buscando una buena visión para contemplar sentado, hasta que llegó a una lomita y miró el horizonte con satisfacción, mientras su perro corría por el pasto. Y allí, apoyando sus manos en el suelo, con su cuello hacia atrás, sus ojos mirando el cielo, respiró hondo y relajó su cuerpo.
Al volver a su casa, casi agradecido por el buen día que estaba sintiendo, se dio cuenta que no tenía las llaves, que al no tener bolsillos, las llevaba en la mano y las habría apoyado en el pasto, entre tanto éxtasis.... Eran seis cuadras que había caminado de ida y seis de vuelta, su humor no cambiaba porque confiaba que las encontraría y volvió a encarar el camino. Cuando llegaba las pudo ver... a la distancia mientras se acercaba y corrió a agarrarlas.
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