Tránsito Luna por Ascendente

Necesité salir, no conocía demasiado la ciudad, pero salí a recorrer y las personas fueron muy simpáticas. Este país no se caracteriza por acobijar gente, incluso el idioma nos separa, pero es mi trabajo y solo un tiempo. Dentro de una casa de fotografía, un señor comenzó a hablarme y yo necesité raramente mostrarme, darme a conocer, con él y con las varias personas que topé esos dos días. Alguien me invitó a cenar. Claro que fui, con un desconocido me senté a degustar nuevos sabores y necesité tomarle una fotografía y guardarla para siempre. El recuerdo sería absurdo. Sentí que aproveché cada momento, que dormi lo justo y necesario, salí lo justo y necesario y estuve siempre contenida entre la gente desconocida. 

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