Hombre Aries

Dolido por la perdida, el desamor, la desilusion, pensó los días apurado y ansioso. Hábía que avanzar. Estuvo parado prendiendo fuego a todo. Ardiendose en sus brasas. Pero se alejó del ocre humo. Ya atrás la nada... solo hacia adelante corrió. Y encontró exhausto lo próximo, la voluntad, su brutal fuerza que activa lo indómito de estar existiendo.