Siempre en pareja, está comprometido siempre, deja una relación y empieza otra y siente que se termina naturalmente, que no puede conservarlas. Se alejan, se van, se apaga el fuego de la pasión, no era lo que el esperaba. Mientras tanto crece su nombre y se ocupa de dar identidad a su vida. Tiene siempre alguna mujer que lo busca y el amor le aparece constante. Se trata de amores que siente que le dieron mucho a su vida pero....se van. Y cuando está solo se siente aburrido. Tiene que compartir la vida con alguien que siempre está a la vuelta de la esquina. Y va al encuentro y el encuentro va hacia él una y otra vez. Mientras tanto crece su nombre y se ocupa de dar identidad a su vida y lo logra. Es alguien por sí mismo. Sin importar quién tiene a su lado. Debió pasar por muchas experiencias de abandono de pareja para comprender que era él el dueño de su individualidad, el creador de su caracter y de su destino. Y es que el amor de pareja no le ha dado tanto como el amor propio. Ahora ya muy adulto, la independencia afectiva es la razón de esta encarnación.
Conozco bien de cerca un casi así..muy acertada Laura :)
ResponderEliminarqué acertado!es mi vida!
ResponderEliminarAsí es
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