Enterarse de su embarazo cuando estaban atravesando la brutal noticia de la muerte de un familiar hacía que nada pudiera ser de objetivo alcance emocional.
Hubo que poner valor al momento lamentando la pérdida y muy pocas veces podía conectarse con la vida que venía. Durante un tiempo que parecía reprimir la alegría, el júbilo de al fin ser madre, ese dolor no la aplastaba ni la hundía. Es cierto que estaba consternada por lo que ahora le faltaría, muy shockeada, muy impactada. Pero no la hundía. No le pudría la esperanza. Sí......era inquietante pero merecía el respeto sincero...... Y sentía que debía guardar como un secreto el resultado afirmativo de estar embarazada. Debía ocultar la alegría un tiempo, lo necesario para no opacar semejante ausencia y rendirle el homenaje respectivo, porque esa muerte no era en vano. Pero gestaba dentro un niño ó una niña tal vez......y una oportunidad de entusiasmarse al menos en secreto para revelarlo cuando el dolor solamente la acompañe hasta el parto.......y se aleje luego cuando vea al niño.
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