Siendo hija reconoce claramente un sentimiento de pena en esa mujer que dice ser su mama. En esa imagen ve el sufrimiento, el sacrificio, mientras ella crece conmovida con exceso de agua en sus ojos hasta cuando ríe.
Siendo después madre, vuelve a reconocer la pena cuando no alcanzan sus actos para ayudar a quien ahora es su hija. Y se olvida de ella misma para salvar lo que pueda de su nido.
Se nutre de tanta pena que podría nadar en sus propias lágrimas cuando ve que todo a su alrededor es tan vano y egoista y solo ella se salva de la hipocresía. Y en un enojo cualquiera puede todo transformarse cuando alguien la necesita, con un ruego, con una desilusión ella intentará siempre dar hasta que le duela lo que alguien necesite. Tal vez luego despotrique, tal vez se arrepienta, pero siempre dará a la pena un poco de salvación y fantasía.
mi Luna...;)
ResponderEliminarigual la mía.
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