Transito de Neptuno trigono Sol

Los anhelos llegan a realizarse cuando dejamos de resistirnos a algunas presiones internas que ni siquiera son propias sino producto de fantasías de todo un entorno que nos imagina diferentes de lo que somos. Cumplir las expectativas de las personas es tan vano como vivir para otros sin prestar servicio.
Estar más pacífico ayuda en momentos de tensión grupal, escuchar a los demás, apoyarlos pero la presión sigue siendo interna cuando todo lo que intuimos no lo perpetuamos o lo seguimos vibrando sin encauzarlo. Cuando soñamos lo hacemos con nuestra mente y no con las del resto. Aunque participe toda la humanidad en nuestros sueños, la capacidad de hacerlos realidad depende de cuánto signifique para nosotros nuestra existencia. Toda la intención de perdonar, de compadecer, de salvar está bendecida por el cielo celeste que se funde con el mar. Nadar en nuestras propias aguas sin ahogarnos, es paralelo a aquel viaje que se puede realizar a playas sedantes y fantásticas. Sentirse confiado por nuevas percepciones, nuevas visuales, imágenes que se concentran entre las cejas para provocar una realidad pronta....todo depende de la sed que se tenga sobre semejantes olas de energía cósmica que atraen y crean simplemente la significancia de existir en varios planos y no solo en el terrenal. Los anhelos tienden a cumplirse desorganizando al ego y preparándolo para sublimar todo canal de percepción....mientras menos uno se resista a su propia agua, sea como fuera.
Los sueños se cumplen cuando nuestra propia agua rebalsa la realidad, la limpia, la hace flotar y bollamos en nuestra inmensidad, gracias a la imaginación.

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