Sin darse cuenta cuándo fue el momento exacto en que se enamoró de él, no pudo ni tuvo coraje para decírselo; el rechazo sería evidente y quedó mirando la televisión por miles de horas buscando identificarse con algo que la libere de semejante calvario de amar a escondidas, platónicamente.
Y en esa pasividad, recostada en su sillón hundida entre almohadones y envuelta en la desazón pudo ajustar sus antenas en un programa de televisión que invitaban a declarar el amor en cámara y en vivo. Y sin levantarse del sillón llamó a esa producción y pidió ser una de las invitadas.
A los días fue citada y la persona que le gustaba también. La consigna era mantener a esa persona con los ojos vendados hasta el final del programa diciéndole que tenia una enamorada que se le declararía y ella, en silencio, sin decir palabra, ser dirigida por la conductora en un juego de seducción, hasta que pueda adivinar de quién se trataba.
En medio de cámaras, luces y la televisión, ella se animó y tuvo que darle de comer en la boca y hacerlo disfrutar lo que degustaba, luego acercarse lentamente hasta su cuello y besarlo suavemente, después abrazarlo, también tocarle las manos, sentirle su aroma, hacerle masajes y otras indicaciones y pruebas del programa.
En todo ese tiempo, al chico se lo notaba muy a gusto, halagado por la situación, sin imaginarse quién sería, solo disfrutando de lo que alguien al momento le hacía, sin rostro ni cuerpo visible, a su vez entregado evitando prejuicios por su ceguera, por no ver nada de ella, por no verla directamente, su imagen, su figura, su cara, su pelo.
Ella mientras tanto estaba encantada de tenerlo en frente, vendado, sin posibilidad de escapar. Podía demostrarle cuánta dedicación tenía con él, cuánta ternura poseían sus manos cuando lo tocaban.
El se soltaba cada vez más, sentía comodidad con aquella mujer que empezaba a sentir y percibir ........hasta que el tiempo en aire pasaba y una vez cumplidas las etapas ella misma debía sacarle la venda y con gran suspenso, mientras el chico se acostumbraba a la luz nuevamente, ir hacia delante de él y decirle algunas palabras. El momento era crítico para ella porque al fin la vería y el miedo al rechazo no era ya ni siquiera miedo sino fantasía.
Finalmente se paró frente a sus ojos y él ... con gesto de sorpresa la miró y la realidad lo superó, respiró hondo, levantó las manos y ella lo miró también desesperada. De pronto como marcaba la rutina del programa, tenía que decirle algunas palabras. Pensó serían las últimas de su vida, tal vez hasta lo perdería de la verguenza, y dijo...-yo vengo acá porque no encontré manera de decirte que estoy enamorada, te conozco tanto, compartimos tantas cosas que ya no quiero compartir más tu amistad, porque algo ha cambiado-...El chico la miraba asombrado, no podía creer haber estado esa hora entera compartiendo todas esas cosas con ella. Parecía todo haber sido un fracaso.
La propuesta final de la conductora era que si él aceptaba esa declaración le diera un beso en la boca y si no uno en el cachete. La chica muy nerviosa cerró los ojos y esperó el momento. A él no se lo podía interpretar, parecía no interesarle, se lo notaba confundido en su acción... nadie detrás de cámaras podía animarse a pensar qué iba a decidir hacer.
Finalmente caminó hacia ella.....se acercó mirándola y tomándola del cuello le dio un beso en la boca. ....-nunca pensé que podías ser vos, te conozco desde hace tanto tiempo, no me lo esperaba- agregó él-.
..Será que con la imagen de las personas se reprimen tantos sentimientos, cuando otros sentidos en realidad nos acercan y poseen la sabiduría eterna.
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