Tránsito Sol oposición Mercurio

Por tirar un cajón al suelo tuvo que levantar todo lo que había dentro que no usaba hacía unos  meses. Entre esas cosas había una tarjeta con un número detrás y el nombre de alguien. Recordó a esa persona, esa época con la imagen de ellos en un cumpleaños cuando le dio la tarjeta. Sería lindo saber de él, llamarlo, por un instante le intrigó el sentimiento pero de las cosas guardadas había que tirar todo. Rápidamente hizo un bollo y la tiró a la basura. Pensó que no tenía sentido guardarlo, tampoco encontrarlo en el cajón torpemente, porque la verdad no le importaba. Pero justamente es la verdad lo que estaba pasando,  cuando una vez aliviada por deshacerse del pasado inútil, unas pocas horas después  alguien le preguntó por esa persona justamente, porque lo necesitaba contactar urgente.  Acababa de tirarlo. Quiso recordar los números que había visto en la tarjeta.
Un caso de emergencia hacía que fuera un error tirar aquello. Una mala señal, no atender los detalles,  pequeños signos de no conección con nada, estar fuera de tiempo y espacio, no entrelazarse con el espontáneo fluir de información que va y viene en un mar sensorio, saltando tiempos......aquel número encontrado llevaba rastros del futuro y no lo había percatado a tiempo. El cajón por haberse caído le había puesto en sus manos ese dato que ahora alguien pedía.
Y  no pudo decirle "qué casualidad". Estaba desnuda por el destino. O burlada por lo impredecible.  No pudo decirle eso, no  le contó que lo había visto al número esa tarde ni que hizo un bollo de ese contacto para no saber más de él cuando él parecía justo querer saber de ella. Al contrario, mintió diciendo que todavía conservaba la tarjeta y le pasó un número que recordaba al azar. Pero no era mentira tampoco, era la verdad misma. 

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