Jupiter en el Ascendente

Hago dietas, ejercicios, gimnasia, como bien, sano, natural, pero este cuerpo tiende a la gordura como predeterminación. Y engorda y adelgaza, otra vez. Engorda y adelgaza, y todo depende de alguna señal casi indescriptible que lo hace redondear su panza debajo de su ropa, cuando más hipócrita se demuestra. Y su primera impresión deja la huella de quien sabe de todo de cultura y ahí la arrogancia termina tragándosela sin poderla deglutir del todo y la consecuencia visible es esa voluptuosa cintura. Y su presencia es alegre y generosa hasta que discurre sus teorías de avanzada ventaja sobre la masa, que lo deja dar clases acerca de cualquier tema y con la incógnita justa para seguir investigando. Y así, el sabelotodo, puede seguir mostrando su suerte intelectual, justicia divina, ante todo aquel que tenga en frente. Pero no adelgaza facilmente, su conducta es extravagante como su andar y su altura, su porte principesco, su estilo sin igual que lo enorgullece se materializa en gordura y así se alimenta de sí mismo y de la confianza ajena. Confianza que en realidad es su propia acción con suerte. Pero no adelgaza, porque siempre excede su jubilosa existencia. 

1 comentario:

  1. Ay me maté de risa! dicen que el orgullo no engorda.. ahora sé que es mentira! Me encanta el blog, no lo conocía. Una forma muy particular de hablar de astrología la tuya, me encanta: super original. Mis saludos.

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