Sol cuadratura Neptuno

Una aguja bien finita y larga es pinchada en su encía y el dolor desaparece, aunque su cara de susto es increible, agarra la mano del médico y le pide más anestesia. Y deja de sentir la sugestión local pero su mente delira con el sufrir crónico. Pensando en cómo escaparse de esa silla, el dentista seguía su rutina, mientras sus gestos y manos no dejaban de hacerse notar. E igual siguió pidiendo  más anestesia pero no le hicieron caso. Y babeando  pretendió irse. Pensaba en que necesitaba algún calmante más potente para aguantar;  y pensaba en su pareja, del otro lado de la puerta, que la hacía víctima de abandono, cuando la dejó sola con su exquisita comida esperando y esa espera la visualizó durante esa silla incómoda con la cabeza hacia atrás junto al otro hombre que le sacaba lo más rígido y estructurado que todavía tenía....su muela y  pensaba en que  sus músculos se despegaron de sus huesos, que ya casi de nada se sostiene.
Y aunque atrasó al dentista,  sedada con las pastillas  más fuertes para el dolor, evadiendo por meses al hombre que le sacaría la molestia,  ahí del otro lado, también atrasa sedada su dignidad por  amor, su pareja, el mismo que la hace sentir tan babosa, tan poca cosa, débil y sin huesos,  tan embebida en su propio abandono. Y mientras quería escapar de esa silla y el tortuoso tratamiento......confundida seguía pensando si el hombre del otro lado de la puerta, aquel que ella amaba, estaría todavía ahí.... cuando ella saliera con un hueso menos.

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