Mercurio cuadratura Neptuno

La música estaba muy alta en ese lugar, así que se ubicaron afuera, se sentaron en una amplia mesa que los separaba, eran  uno frente al otro y pidieron diferentes tragos. Conversaron sin escucharse normalmente, los parlantes rodeaban a la gente y hablarse era gritar o hacer gesticulaciones.. Y para un primer encuentro los gestos son de poca ayuda, así que se acercaban a la mesa y extendían sus cabezas para escucharse mejor.  El le preguntaba algo, ella con cara de confusión lo miraba y con un tono más alto le preguntaba qué dijo y él decepcionado volvía a armar la frase pero ya no tenía sentido y tantos minutos de esto cansaba el interés. Pero el bombo de una canción alteró el diálogo y quedaron en pausa por un rato tomando sus tragos, uno tomaba el vaso, el otro lo dejaba justo en la mesa, sus miradas estaban perdidas, no se podían escuchar sin alterarse y en un momento ambos al mismo tiempo dijeron: voy al baño. El chico sonrió primero, por primera vez en toda la corta noche y casi gritando para que escuche le dijo que fuera ella.  Ella dijo que no importaba, que vaya él si tiene ganas y tampoco aceptó. Entonces quedaron sentados con la columna erguida atentos al próximo movimiento del otro y hubo otra pausa inexpicable en el tiempo, una canción inspiradora que absorbía el  encuentro, logró relajarles la mente y sin una palabra,  solo con gestos uno le dijo al otro que pida otro trago más que enseguida regresa.