Tránsito de Plutón oposición Sol

Alguien la persiguió mostrándole dependencia y afecto. Casi obsesivo se mostraba y ella accedió ante el miedo que le provocaba. Pero al escucharlo notaba cómo las verdades caían de las palabras y quedó sujeta a ellas para comprobarlas. Y esto llevó a que ella no pudiera soltar a esa persona que la perseguía y quiso enamorarse. Cuando lo intentó tuvo tanto miedo que quiso escapar pero ya era inútil y tarde. El hombre la perseguia como un brujo malo, buscando que ella lo admita como un transformador. Pero el dolor que ella sentía era tan grande que recorrió toda su vida en algunas repeticiones perturbadoras que la dejaban más débil que antes pero asqueada de  hábitos y se propuso cambiar todo lo que pudiera para observar claramente cómo seguía el camino. El hombre viendo el cambio, la perturbó desesperado para que ella no perciba demasiado la verdad que ya estaba en sus manos y que haría que  él no existíera. A partir de ese momento ella comenzó un proceso de depuración final que haría que nada pudiera repetirse de su pasado nuevamente. Y abandonó hábitos, adicciones  y miedos para encontrarse sola con la fuerza de su propio poder haciendo añicos a quien quisiera dominarla y enfrentándose con todo mal que viera con su mirada de rayos equis. Y así  duramente, lentamente, profundamente, con la crueldad de matar lo que la hace morir, modificó sus ansias de poder y controló sus formas para enfrentarse a un nuevo período de resurgimiento de un ego que a través de la muerte sanaba. Y el miedo fue largo, su ambición estaba lastimada, pero  el proceso fue provocador, impactante, y el final traía sanación.