Luna en Casa III

Con tan solo pocos años de vida, aprendió a hablar con rapidez, sobre todo copiando  de la gente las  palabras con más consonantes ó con más letras. Las difíciles de pronunciar las incluía en sus dichos y dejaba estupefactos a los padres cuando agregaba un comentario oportuno y de un léxico casi profesional al imitar a los grandes.  Siempre dispuesta a conversar de todo con todos, su juego infantil consistía siempre en asimilar conocimientos para poder impartirselos a sus hermanos. Cuando  iba al colegio volvía a su casa con acentos diferentes de haber escuchado a sus compañeros, practicaba tonadas y dialectos que había oido de los demás, cantaba con distintas voces e imitaba otras lenguas.  Ahora ya más grande, se comunica habilmente y el aire que respira es solo para exhalar sonidos sin descanso. Pero en una oportunidad tuvo que presentarse ante un terapeuta al que no pudo contestarle ninguna pregunta, no le gustaba ser indagada ni expresar emociones propias; no lo haría jamaz dentro de ese contexto. En general nunca hablaba de ella misma profundamente, ni demandaba con la palabra afecto. Mostraba la misma cara siempre, como la luna.  Durante la adolescencia oscilaba entre ser una buena alumna  memorizando todas las lecciones y entre ser  una chica desconcentrada constantemente en clase sin poder prestar atención a nadie que diera largos monólogos.  Los discursos de otros ó los retos  la aburrían. Intentaba encantar a profesores y especular con los resultados, jamáz escucharlos detenidamente salvo que hubieran dicho alguna palabra extraña y original con la que ella se sintiera interesada.
Pero con la única persona que podía ser puro oídos era con su mamá. De ella aprendía todo, a ella valoraba desde que le contaba cuentos de niñita; y ahora  siendo toda una mujer al volver de sus actividades, se sienta junto a su madre y le cuenta todo lo que le contado en el día, anécdotas de amigas, experiencias del día, situaciones vividas y hasta penas de otros. Y así habla y habla decorando escenas con palabras y nuevas construcciones gramaticales de grupos que frecuenta u oye. Y nunca habla de sus sentimientos, eso es lo que más le cuesta, aunque ya tenga todos los recursos para hacerlo.


2 comentarios: