Lo que quiere hacer no tiene nada que ver con lo que siente porque no hay nadie cerca para encauzar la líbido ó al menos conseguir una tensión sexual con alguien. Existe quién la hace bailar un tango pero la pareja la arma otra persona y no coincide el magnetismo de uno con lo que irradia el otro. Mientras uno propone el giro, el otro propone el paso hacia adelante. Se pisan los pies, la música no conviene.
Se eligen otras parejas, vuelve a estar con otra persona que la acerca más a su pecho y la lleva en la danza. Entra en calor por la fuerza de voluntad y no por el acercamiento. Y la falta de conquista la hace guerrera y poco receptiva. Está poco sensual, un poco bruta y tosca. Clavando el taco en el pie de otro, pidiendo disculpas sin calma y desearía ser el deseo de alguien. No alcanza el roce de cuerpos, ni la cantidad de pretendientes. Hace notar lo desagradable del baile cuando no hay sentimientos encontrados y decide esta vez elegir ella misma al próximo partener a quien agarra de la mano y lleva a la pista; lo dirige en los movimientos, lo seduce peleando por el dominio, con falta de tacto y entre giros y pasos le presta atención a su cara joven y agradable, pasivo, dulce. Se sentía a gusto cuando el taco en ese momento pisa un astillado piso y tuerce su tobillo. Queda ofuscada más que dolorida, deja el baile, deja al hombre, no quiere ser atendida, pero la sientan y la dejan ahí enojada. El hombre le saca el zapato y ella grita de dolor exagerando la pasión que no avanza.
Este está muy bueno. Te felicito!
ResponderEliminarQué locura! Nunca había leído una interpretación tan mala!
ResponderEliminarjajajaja
Eliminarno seas anonimo caramba!!!
EliminarEsto me hace sentir que vota y a ser un fracaso en el amor jaja igual me gustan los cuentos
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